Al andar se hace camino

y al volver la vista atrás,

se ve la senda, que nunca

se ha de volver a pisar,

Caminante no hay camino,

sino estelas en la mar.

Antonio Machado

 

Norman Sinclair La Rosa nació en Venezuela de padre filipino y madre Española, donde residió hasta los 17 años, tomando la nacionalidad alemana. Llegó a Alemania en 1968 con la idea de completar los estudios de Biología que había comenzado en Venezuela. Finalmente se quedó en el país realizando un doctorado en biología y formándose como inmunólogo y alergólogo. Tras su reciente jubilación en el mundo médico, decidió invertir en una empresa de floristería en la ciudad alemana de Lengerich, donde reside.

Lo que más nos interesa en la Fundación Jacobea es el hecho de que Norman Sinclair La Rosa es un peregrino experimentado – entre 2010 y 2015 recorrió a pie casi 5.000 kilómetros – y que desde su floristería ha emprendido una extraordinaria acción filantrópica: la creación, donación y difusión de la  «Rosa Peregrina” a lo largo de los Caminos de Santiago de España, Alemania y otros países europeos.

  • Comenzamos siempre con algo del orden de la historia personal: ¿Cómo llegó usted al Camino de Santiago?

Llegué al Camino de Santiago porque en el año 2009 falleció un ser querido muy cercano. Decidí hacer el Camino por esa razón y finalmente pude hacerlo en 2010, después de un año de preparación. Recorrí la Vía de la Plata. Quería llegar a Santiago el día 10, del mes 10 y del año 10 de este milenio… ¡y lo conseguí! Después de ocho semanas y cuatro días, con la ayuda de autoridades y de la policía, que en algunas ocasiones tuvieron que abrirme albergues totalmente vacíos.

De ese primer Camino recuerdo que en muchos pueblos no me pedían ni siquiera la credencial, se fiaban de mí. Hasta Salamanca no tuve realmente la sensación de estar en el Camino porque caminaba casi siempre solo. También recuerdo que pasé semanas muy duras, caminando con 35 o 36 grados Celsius. Pero mi principal memoria es la de una experiencia muy hermosa, que me permitió conocerme a mí mismo y conocer a otras personas que también me ofrecieron su ayuda.  La hospitalidad del Camino.

  • Y después de ese primer Camino ya no paró…

Sí; a la Vía de la Plata le siguieron otros cuatro Caminos más: el Camino Francés, el Camino Portugués, el Camino Primitivo y el Camino del Norte. Los hice dividiéndolos en dos secciones o etapas: una que recorría en verano y otra en invierno, llegando siempre a Santiago el 24 de diciembre.

En invierno siempre encontraba algunas dificultades; por ejemplo, atravesar los montes de O Cebreiro. Recuerdo  también que el Camino del Norte, en invierno, en el tramo de Ribadeo a Sobrado dos Monxes, fue muy dificil ya que muchos albergues estaban cerrados por la temporada. Pero la voluntad del peregrino es grande y finalmente lo logra. Si no tenía agua caliente para ducharme, resistía dos o tres días hasta encontrar una pensión. No me importaba… Quería llegar siempre ese día, el 24 de diciembre, porque esa era la fecha memorable del fallecimiento de la persona que me había llevado al Camino de la vida.

  • ¿Y cómo aparece la Rosa Peregrina en esta historia?

No fue una casualidad. Esa rosa estaba en el Camino de la vida, en un vivero en Valencia. La familia Ferrer es propietaria de dos importantes viveros especializados en rosas en España: uno de ellas está en Valencia y el otro en Sevilla.

Conocí de su existencia a través de una colega botánica e hice investigaciones para poder traerme rosas a Alemania. Busqué el modo de contactar con la familia Ferrer cuando me iba a jubilar como médico y ya había comprado la floristería Blumenhaus Braun UG, en Lengerich.

Las flores siempre han estado en mi vida. Tienen que ver con mi historia personal, como ya lo dije. Llegué a Europa con 17 años y con poco más de 200 dólares en 1968, donde quería estudiar y ser independiente. Las cosas me salieron bien, en gran parte porque un convento de Hermanos de la Orden de los Capuchinos me abrió las puertas a mi llegada y pude estudiar el idioma aléman, biología y medicina y así convertirme en un médico. Durante la semana realizaba siempre un trabajo de voluntario en aquel convento y al acercame a la jubilación, surgió la idea de comprar la floristería. La compré cuando estaba en quiebra y salvé siete puestos de trabajo, siete empleados que hoy día todavía trabajan conmigo. Entonces me interesé por las rosas.

La rosa es una flor muy simbólica que los hombres han cultivado durante más de 4.000 años, y fui a buscar una que me cautivase. La busqué en uno de los dos grandes viveros que tiene la familia Ferrer.  Fuimos viendo los tipos de rosas que tenían hasta elegir la que hoy lleva el nombre de Rosa Peregrina: tiene mucha luz, reluce, es atractiva y llamativa, es muy sencilla, es muy resistente, el tamaño de sus pétalos es muy simple, es de floración floribunda, un rosal moderno…

Hice un pedido grande de rosas para mi tienda y, además, los Ferrer me regalarón dos rosas que yo no podía, traérmelas a Alemania. Así mismo hice un pedido grande de otras variedades.  Regresando de Valencia me paré en un lugar donde solía pernoctar, un lugar muy jacobeo: Turégano, en Segovia. Y fue allí donde empezó todo, porque pedí permiso al párroco don Santos, dejar esas dos rosas que me había obsequiado la señora Ferrer. Quedarón allí, en la iglesia de Santiago  Apóstol, patrono de la localidad. Ésas fueron las primeras rosas en el Camino yesto ocurrió hace aproximadamente cinco años.

  • Y otras rosas llegaron a través de su primer pedido a Alemania…

Esas primeras rosas se plantaron en Alemania: tres las doné a la ciudad Lengerich, donde vivo, junto a un monumento en memoria a los caídos en la Segunda Guerra Mundial. Elegí plantar allí algunas rosas en memoria a los caídos porque El Camino de la Paz pasa por Lengerich. Es un camino que recuerda a los Peace Riders que intercambiaban mensajes entre las ciudades de Münster y Osnabrück durante la Guerra de los Treinta Años. Fueron ellos quienes negociaron el acuerdo de la Paz de 1645. En Lengerich se efectuó el acuerdo para la Paz de Westfalia.

Pero también el Camino de Santiago pasa justo frente de la puerta de mi tienda, porque el Camino de la Paz de Westfalia coincide con el Camino de Santiago en el trayecto Osnabrück-Lengerich-Münsterland- a Colonia, en el estado de Nordrhein-Westfalia.

En la tienda tenemos sellos para las credenciales de los peregrinos que pasan en dirección a Colonia, al iqual que tenemos uno propio elaborado por mí y otro con el emblema de la ciudad de Lengerich.

Pero las cosas no quedaron ahí.  A lo largo de estos años hemos expandido el proyecto de la Rosa Peregrina por el Camino de Santiago en Westfalia. En ese recorrido del Camino de Santiago a Colonia se han sembrado ya alrededor de 35 a 48 rosas.

  • La Rosa Peregrina también ha ido multiplicando su presencia en el Camino de Santiago en España.        Comienza a ser muy popular entre los peregrinos y los vecinos de muchos lugares del Camino. ¿Nos contaría algo más sobre su expansión por el Camino?

Sí, claro. La Rosa Peregrina ya tenía un nombre, antes de que yo comenzase mi proyecto de la vía floral en el Camino de Santiago, como Rosa Castell d’Alaquás, en honor de un castillo que está a las afueras de Valencia. Pero yo comencé a plantarla pronto en diversos lugares del trayecto del Camino de Santiago. Primeramente comenzado en Turégano, pero muy pronto en el Camino Francés.

La primera Rosa Peregrina que plantamos en el Camino Francés fue en O Cebreiro, junto a la tumba de don Elías Valiña Sampedro. Fue un día de invierno… ¡Y así comenzó todo! Las rosas comenzaron a propagarse a lo largo del Camino, convirtiéndose definitivamente en una Rosa Peregrina: Triacastela, Samos, Fonfría, Sarria, Paradela, Portomarín… Entre O Cebreiro y Palas do Rei, se han plantado aproximadamente. alrededor de 100 rosas. Y allí , porque la Rosa Peregrina es muy resistente,  no necesita cuidados.

Más tarde decidí avanzar un poco más e introducirla en el Monte do Gozo y en la ciudad de Santiago de Compostela. Primero comenzamos en la entrada del Monte do Gozo. Sembramos alrededor de unas 45 rosas; emblemático. También plantamos cuatro rosas en la estatua «La Peregrina“ de Cándido Pazos y luego ya en la ciudad de Santiago: en el convento de San Francisco y en el Claustro de las Hermanas Mercedarias. Fue el primer paso de la Rosa Peregrina en Santiago de Compostela.

Ese fue un primer tiempo, pero actualmente la Rosa Peregrina también está en la Oficina de Acogida del Peregrino en otros lugares de Compostela y en muchos más lugares emblemáticos del Camino Francés: Carrión de los Condes, Sahagún. Con una presencia importante en la ciudad de León, donde el ayuntamiento nos invitó a sembrar 12 Rosas en San Isidoro, Santa Ana, el Jardín de la Judería, las Hermanas Carvajalas, el convento de San Francisco, San Marcos y el puente de Castril a la salida de León.

  • Pero el proyecto es seguir expandiendo la Rosa Peregrina más allá del Camino Francés, llevarla a otros itinerarios del Camino de Santiago…

Sí, queremos continuar sembrando rosas en el Camino del Norte, y este año ya hemos sembrado unas 20 en el Camino Lebaniego, desde San Vicente de la Barquera hasta el Convento de SanToribio de Liébana, como año Jubilar Lebaniego. Pero además continúa el trabajo en otras vías de peregrinación de Europa, como la Vía Künig, vinculada a la peregrinación del monje Hermann Künig von Vacha, que comienza en Alemania, así como en otros territorios.

  • ¿Y qué planes tiene para el futuro respecto a la Rosa Peregrina?

La filosofía de mi vida ha sido siempre la de esforzarse hasta poder decir por ti mismo: no fue fácil, pero lo logré. Hasta ahora he aplicado esta misma filosofía a la Rosa Peregrina y he podido seguir adelante con el trabajo, pero ahora busco personas interesadas en la Rosa que continúen con ese trabajo iniciado. Por ejemplo, busco la colaboración de las Asociaciones Jacobeas, las Asociaciones de Amigos del Camino que puedan permitirnos que el proyecto continúe.

  • ¿Tiene algún sueño pendiente de cumplir respecto al Camino o la Rosa Peregrina?

Creo que con el encuentro con la vía Hermann Künig a Compostela desde la ciudad de León he logrado mentalizar  un proyecto muy interesante, ya que pude ver y captar que hay pueblos abandonados, al igual que algunos conventos o monasterios en ruina, y la humildad de los lugares  está en consonancia con la de sus iglesias. En esa vía de peregrinación estoy procurando hacer algo muy particular con la Rosa Peregrina: el propósito central es enlazar el Camino de Santiago y los Monasterios. Ya esta idea se está poniendo en práctica en España, donde la Rosa Peregrina convive en residencias monásticas  como en San Zoilo de Carrión de los Condes, Abadia de Samos, Monasterios de los Hermanos Mercedarios, en Sarria, en el Camino Francés.

No solo desearía difundir esta idea en las vías de peregrinación a Santiago de Compostela,sino particularmente en los monasterios de mayor importancia histórica en España y Europa. Al igual espero poner esta idea en práctica bajo la designación de plantar la Rosa Peregrina en los Monasterios Cistercienses que existen en España. En esta línea uno de los primeros va a ser el Monasaterio de Oseira en Ourense en uno de sus patios principales,  exactamente es el Patio      de los Caballeros, al igual que el Monasterio Cisterciences de Carrión,y en la provincia de León.

Antes de finalizar esta entrevista deseo expresar mi agradecimiento a todos los colaboradores y amigos que han participado en el inicio de este proyecto denominado » Vía Floral en el Camino de Santiago con la Rosa Peregrina“, en el recorrido de algunas etapas del Camino Francés, Camino del Norte en España, Camino Lebaniego al igual que en los Caminos de Santiago en Alemania.

A mis padres, en su ausencia terrenal, les doy mis gracias por ese apoyo espiritual en acompañarme en esta labor que he logrado en el camino de la vida. Mil Gracias

……. No, es un tropiezo, es la verdad de la vida, tú eres mi Rosa Peregrina,

y allí estaré yo esperándote al transcurir mi vida al otro lado de mi eternidad,

ya que tú eres y serás siempre mi guía y acompañante.

Tú eres mi Rosa Peregrina en mi Camino de la vida.