Al escribir este pequeño ensayo de reflexión sobre los peregrinos japoneses en el Camino de Santiago, consulté la página de la Oficina de Acogida al Peregrino. En este sitio web se pueden ver los fantásticos datos de peregrinos que completaron el Camino desde el año 2003, no sólo sus números sino también sus perfiles en base a sus orígenes, edades y procedencias, medios, motivaciones, etc. Según estas estadísticas, 101,056 peregrinos recibieron la Compostela en 2006, el año en el que hice mi primer Camino de Santiago. De ellos, 52,616, o sea más de la mitad, eran españoles (52.03%) y sólo había 286 japoneses (0.28%). De hecho, a lo largo del camino desde Saint-Jean-Pied-de-Port hasta Santiago de Compostela en el mes de septiembre del mismo año, caminé mayoritariamente con peregrinos españoles, a veces con franceses, alemanes, italianos, suizos, belgas, brasileños y australianos, pero no encontré a ningún peregrino japonés ni de otro país asiático.

Desde entonces hasta que surgieron las restricciones de viaje a causa del COVID-19 en 2020, cada vez más peregrinos japoneses recibieron la Compostela: Se registraban cien japoneses más cada año con algunas excepciones en 2010, 2014 y 2016 cuando hubo todavía un incremento mayor. Por ejemplo, en 2010 el número de peregrinos japoneses aumentó un 50%. (El número de peregrinos japoneses que recibieron la Compostela pasaron de 534 en 2009 a 801 japoneses en 2010.)

La razón por la que hubo este incremento importante se podría atribuir a la iniciativa de la Xunta de Galicia y el Xacobeo que patrocinaron la primera y segunda Lecciones y Prácticas en el Camino de Santiago para universitarios japoneses en la Universidad de Santiago y el IDEGA en 2008 y 2009. Este programa fue el primer curso de verano de la USC y el IDEGA para universitarios japoneses. En los dos años en que se celebraron las Lecciones y Prácticas, un total de treinta estudiantes japoneses seleccionados a nivel nacional, desde la Universidad de Hokkaido (que se sitúa en la isla norte de Japón) hasta la Universidad de Kyusyu (que se encuentra en la isla suroeste del archipiélago japonés), caminaron desde Astorga hasta Santiago de Compostela. A lo largo de las dos semanas del curso en el Camino de Santiago, los estudiantes asistieron a clases impartidas por especialistas de historia del Camino, historia de arte y geografía gallega para conocer la peregrinación jacobea y aprendieron la cultura del Camino a través de otros peregrinos, hospitaleros y la población local del Camino. En poco tiempo aprendieron a comportarse como un peregrino más, los jóvenes se dieron cuenta de que hacer el Camino de Santiago era mucho más que hacer turismo en un país extranjero. Al regresar a Japón, los estudiantes impartieron conferencias en sus respectivas universidades, dando testimonio de sus experiencias del Camino. La promoción más eficaz e importante del Camino de Santiago se hace a través del testimonio de los peregrinos y es muy probable que el aumento más importante del número de japoneses que marcó el 2010 fuera el fruto de la iniciativa de las Lecciones y Prácticas en el Camino con la USC y el IDEGA.

He de mencionar también la contribución de la Asociación de los amigos del Camino de Santiago de Japón que se fundó en 2008. La creación de la dicha asociación influyó sin duda al incremento de peregrinos japoneses en 2010, sobre todo en el de personas mayores de 65 años. El resultado del apoyo ofrecido por la asociación a las personas mayores de 65 años se puede observar más claramente en los primeros dos años de su fundación. El número de peregrinos japoneses mayores a 65 años casi se duplicó un año después de su fundación: pasó de 64 en 2008 a 114 en 2009.

Otros años en los que el número de japoneses en el Camino de Santiago se creció fueron, primeramente, el 2014 con un aumento de 255 peregrinos japoneses (un incremento de 30%) y luego el 2016 con 262 nipones más (un aumento de 22%). Así el número de peregrinos japoneses fue creciendo hasta alcanzar los 1.477 en 2018.

La recuperación del número de peregrinos japoneses después de la pandemia fue muy rápida: se recuperó el 90% de peregrinos japoneses pre-pandemia en 2023. Es un número bastante alto si comparamos la recuperación de turistas japoneses que visitaron España post-pandemia: España recibió un total de 311.555 turistas japoneses en 2023, o sea solo se recuperó la mitad de los 686.091 que llegaron a España en 2019.

Los datos estadísticos de la Oficina de Acogida al Peregrino ofrecen información sobre la procedencia de la peregrinación. Es interesante ver que hasta 2009 la inmensa mayoría de peregrinos japoneses prefirió como punto de partida de la peregrinación Saint-Jean Pied-de-Port y Roncesvalles a Sarria, el lugar de inicio más elegido por peregrinos españoles para su peregrinación, pero desde que se disparó el número de japoneses en el Camino jacobeo en 2010, Sarria se convirtió en uno de los puntos de partida preferidos entre los japoneses junto a Saint-Jean Pied-de-Port.

Los turistas japoneses normalmente buscan el turismo urbano en Europa y no sería disparatado suponer que cada vez más japoneses que combinarán el turismo urbano con la peregrinación jacobea de cuatro o cinco días desde Sarria. Con un poco de suerte, uno se hace peregrino en unos días y esa experiencia creará un vínculo emocional con la peregrinación jacobea y motivará a muchos japoneses a volver a hacer el Camino de Santiago. Espero que cada vez haya más presencia de japoneses en el Camino de Santiago.

Satoko Nakajima

Correspondiente del Comité Internacional de Expertos del Camino de Santiago en Asia