Todo es incertidumbre por ahora. Los países no estaremos armonizados durante un tiempo, por lo tanto la vuelta a la normalidad tardará en ser la misma en nuestro entorno más inmediato y en los países que acuden a la llamada del Camino. Habrá menos peregrinos españoles y la disminución más evidente será en el número de peregrinos extranjeros y con ellos, los hospitaleros. Será un año extremadamente anómalo que no socavará el Camino y sus estructuras fundamentales pero que obligará a adoptar medidas para subsistir. Lo presencial en el Camino es esencial –no hay Camino sin peregrinos- y mientras la situación sanitaria no se normalice no se normalizará ningún campo del Camino de Santiago. El Camino tiene que ser totalmente seguro. Nos jugamos el Camino y aún más nos jugamos el prestigio de España como país solvente.

Hospitaleros voluntarios de la Federación, atiende a los peregrinos en albergues que son de múltiples titularidades (parroquiales, monacales, conventuales, de asociaciones y municipales), con capacidades distintas e infraestructuras dispares. Esto hace muy difícil saber qué decisiones tomarán cuando el Camino esté abierto: si adoptarán medidas de distanciamiento, si esperarán el tiempo que sea necesario para abrir hasta el final de la pandemia o si, directamente, declinarán volver a abrir el albergue.

Nosotros, los voluntarios de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, estamos dispuestos a ir donde se nos necesite, incluso si hubiera que ayudar en albergues que no son de nuestra competencia, en base a primar albergues situados en lugares de inicio de Camino o donde la concentración de peregrinos así lo indicara.

Hospitaleros tiene meridianamente claro que la seguridad de los peregrinos es lo primero pero en el mismo plano situamos la seguridad de los voluntarios y éstos solo acudirán a los albergues que reúnan esas condiciones higiénico-sanitarias si ellos así lo deciden.

¿Cómo vemos la próxima estación de la hospitalidad, de la acogida? Seguimos apostando por una hospitalidad fraternal y solidaria; humanística de base cristiana, que acoja a cuantos pasados peregrinos quieran devolver al Camino las gracias recibidas a través del trabajo voluntario para otros peregrinos. Nosotros abogamos por mantener la manera de acoger, que justo en 2020 cumple treinta años en el Camino; la que por todos es aceptada en llamar acogida tradicional.

¿Cómo vemos la acogida de otros a lo largo del Camino? De nuevo, difícil de predecir. Pensamos que la actual situación también dejará en los bordes del Camino a muchos que desistan de atender peregrinos; la pena será saber que se vayan a quedar “fuera de juego” muchos que, haciendo de la hospitalidad su modo de vida, ofrecían a los peregrinos la mejor de las acogidas.

Sería bueno que el tiempo que la pandemia nos ha obligado a tomar hubiera servido para reflexionar sobre los profundos cambios que el Camino ha experimentado hasta ahora y casi nunca para bien. Reflexionar sobre los valores del Camino, los que siendo eternos, quedaron cuasi sepultados por el afán mercantilista que lo ahoga todo.

Nosotros estaremos en el Camino para quien nos necesite como lo estuvimos cuando en los 90 del siglo pasado aparecimos para estar en el lado fijo del Camino, cuando muchos aún no creían en la reactivación de la vieja acogida caminera y la ponían en duda. Volveremos a hacerlo. Para eso nacimos.

Hospitaleros voluntarios quiere seguir estando presente en el Camino y ser, en la medida de lo posible, uno de los garantes de sus buenos valores: la fraternidad, la solidaridad, la espiritualidad compartida, la fe, la convivencia, la confianza.

Y esto será posible si todos -desde las instituciones a cada uno de los particulares que se encuentran en el Camino, los peregrinos y los hospitaleros- volvemos a mirarlo como el río de riqueza cultural y económica (también) que es pero, sobre todo, como la oportunidad que cada persona que lo transita tiene para el crecimiento de sus creencias, para su búsqueda interior, para acrecentar como persona en una enseñanza constante que, en definitiva, es lo que el Camino es y supone para quien lo transita con “el alma dispuesta”.

En las manos de todos los que estamos en el Camino queda esta misión.

Ana Barreda

Coordinación de Hospitaleros voluntarios de la FEAACS (Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago)

Quien quien esté interesado en ser hospitalero puede encontrar la información necesaria en:

https://www.caminosantiago.org/cpperegrino/comun/inicio.asp

https://www.caminosantiago.org/cpperegrino/hospitaleros/cursos.asp