Hizo su primer Camino en 2013. El año anterior ella trabajaba como voluntaria en el Festival de Cine de Indianápolis, en el que proyectaron y vio la película The Way. En esa película ella reconoció algo propio: su deseo de aventura y, además, de aventura en Europa, que ella no conocía. Le pareció que la idea de hacer el Camino respondía a una combinación de deseos y supo que quería hacerlo, pero pensaba que era imposible por el dinero y el tiempo, de modo que dejó de lado la idea.

Lo imposible, sin embargo, empezó pronto a no serlo tanto. Janet es escritora y editora, y supo que una persona a quien estaba editando su trabajo se iba a vivir a Irlanda durante un año, un año sabático, la invitó a ir a visitarla y ella decidió hacerlo porque estaba cerca del Camino. A partir de esa decisión empezó a pensar seriamente que podría hacer el Camino, de modo que decidió que necesita dinero extra y buscó el modo de conseguirlo. Se presentó a una entrevista y consiguió un contrato de tres meses en una exitosa compañía de informática. Pagaban bien y con ese dinero ella podría hacer el Camino.

El edificio en el que trabajó durante esos meses era enorme y el trabajo que tenía que desarrollar podía hacerlo en un tiempo menor al de su horario, de modo que comenzó a aprovecharlo para preparar su camino en el ordenador y la red pero, también, físicamente. Caminando arriba y abajo en ese inmenso edificio, subía y bajaba las escaleras sin parar para entrenarse para su Camino.

Lo que había pensado al ver la película The Way -que nunca había vivido una aventura-, ese pensamiento la llevó a convertirse en independiente, a darse cuenta de que podía hacer grandes cosas y superar sus miedos.

Comenzó su primer Camino en el mes de mayo, en Saint-Jean-Pied-de-Port, al inicio nevaba. Decidió empezarlo allí porque algo en su interior le decía que tenía que recorrerlo completo, no quería ponerse límites y empezar acortándolo, de algún modo pensaba que no quería limitarse a sí misma. Quería una experiencia ilimitada, porque se daba cuenta de que, a pesar de que hacía un trabajo independiente, toda su vida había estado recluida en los límites que existían en su mente.

Lo hizo y se alegra mucho de haberlo hecho. Se sintió muy alegre de haberlo logrado, más todavía por haberlo hecho sola.

Janet dice haber encontrado milagros a lo largo del Camino. Desde el comienzo le pareció una metáfora de la vida: caminas, encuentras gente y diferentes situaciones  y vas adelante. Hizo amistades, una muy importante, alguien que es todavía muy amigo, fue un proceso a lo largo del Camino, se separaban y volvían a encontrarse. Es alemán y todavía son buenos amigos. Ella fue incluso a visitarlo después de su segundo Camino.

En el Camino sintió todo tipo de cosas, también tristeza y soledad, pero se superan fácilmente porque ves a los otros y también te das cuenta de que las emociones vienen y van.

Al inicio le daba miedo dormir en albergues, con tanta gente. A veces se despertaba en medio de la noche con miedo, pensado que no podía hacer eso; también la lluvia en el Camino le preocupaba. Al final perdió el miedo o, mejor, se dio cuenta de que en realidad lo que creía que le asustaba le gustaba, incluso los albergues. Le divierten los cambios, aprendió que le gustan los desafíos. Y, sobre todo, le encantó vivir de un modo contingente, al no saber lo que va a ocurrir todo puede ser posible.

El final de su primer Camino fue un poco triste porque tenía que separarse de su amigo, pero decidió caminar algo más, a Finisterre, y también visitar Porto y al final siguió caminando de regreso a Santiago. Pero después de que su amigo partiese no disfrutó igual de la aventura.

Cuando regresó a Estados Unidos notó que ya no tenía miedo de enfrentarse a las cosas que le asustaban y a vivir aventurándose más. Por ejemplo, a hablar en público, algo que antes le asustaba. Se enfrentó a hablar en público en América y acabó descubriendo que le gustaba hacerlo, cuando se atrevía a mirar al público y veía que estaban interesados y emocionados disfrutaba. Comenzó a colaborar con una empresa dando charlas sobre el Camino en su país, conferencias. Ella continua dando conferencias para XXX, una compañía que vende material de deporte para trekking y la invitó a dar conferencias sobre el Camino.

Acaba de hacer su segundo Camino. Lo empezó con una amiga que no se atrevía a hacerlo sola, le pidió acompañarla y aceptó. La experiencia fue difícil y acabaron separándose tras 3 semanas. Su amiga era demasiado dependiente. Se separaron en Rabanal, desde donde Janet continuo sola. Caminar con alguien que estaba siempre controlando, reservando, planificando… la llevaba a su rutina y la alejaba del Camino. Por esta razón cree que su Camino comenzó en Rabanal.  Fue un Camino muy extraño.

Ahora piensa que le gustaría ser hospitalera en Grañón, y le gustaría hacerlo más en el futuro. Quiere escribir sobre el Camino y dar algunas conferencias. De hecho, está escribiendo un libro, es un libro que toca lo sobrenatural en su vida pero también su Camino. Además dibuja y quiere ilustrarlo con sus dibujos.

Desde que comenzó a seguir su deseo de hacer el Camino todos sus deseos parecen cumplirse. Dejó su apartamento, cuando regrese irá a la de unos amigos y a visitar a su madre y completar allí su libro. Su madre tiene 93 años y le gustaría entrevistarla y escribir también algo sobre ella. Además ha completado su primer libro para colorear para adultos, que vende en Amazon y en su propia página web construida por ella misma. Antes este tipo de proyectos y deseos le parecían imposibles, ahora los hace.