Situada en una pequeña península en el noroeste de Galicia, A Coruña tiene su origen en la época prerromana y romana, de las que quedan vestigios tan importantes como el Castro de Elviña y, sobre todo, su magnífico faro conocido como Torre de Hércules. Ciudad comercial y principal puerto de llegada de las peregrinaciones marítimas durante siglos, A Coruña y su puerto fueron refundados en 1208 por Alfonso IX, desarrollándose desde entonces hasta convertirse en la  actual ciudad de casi 250.000 habitantes, con una potente industria y actividad cultural y turística.

En A Coruña conviven las playas que se abren hacia la bahía –Riazor, Orzán y Matadero- con los barrios más tradicionales, como la Ciudad Vieja y el paseo que recorre la Marina y los Cantones, que constituyen una fachada de la ciudad con vistas al puerto y la ría formada por viviendas con tradicionales galerías y algunos buenos ejemplos de arquitectura modernista. A todo ello se ha sumado la renovación y construcción, en las últimas décadas, de una serie de museos –Museo de Bellas Artes, Casa Museo Picasso, Domus, Casa de la Ciencias-, un Aquarium y auditorios, que han convertido a la ciudad en un punto de referencia para el ocio y el turismo cultural.

Del origen histórico de A Coruña conocemos muchos datos de tiempos romanos. Por un lado la ciudad aparece citada por geógrafos latinos como Portus Magnus Artabrorum -Gran Puerto de los ártabros- y, según la documentación, era un centro estratégico en la «ruta del estaño». Por entonces contaría ya con un Faro, citado por Ptolomeo como faro de Brigantium, nombre dado por los historiadores latinos a las costas de Galicia en tiempos de César. Todo apunta, pues, a que A Coruña fue un nudo de comunicaciones y puerto importante, cuyo faro conocido hoy como Torre de Hércules se habría construido a lo largo del s. I, un siglo al que también pertenecen otros restos romanos encontrados en las zonas de la Pescadería y Monte Alto.

En el siglo XIV, durante el reinado de Enrique III, la ciudad fue protegida con un recinto amurallado del que todavía se conservan algunos restos en la Ciudad Vieja, entre ellos tres puertas en el paseo del Parrote, frente a la bahía, así como el baluarte de la Fortaleza Vieja, que actualmente acoge los románticos jardines de San Carlos.

Otro aspecto central de la historia de la ciudad fue su papel en conflictos y batallas marítimas y terrestres. Por un lado, durante el siglo XVI fue uno de los puertos que más sufrieron la amenaza de la armada y los piratas ingleses. Así, en 1589 la coruñesa María Pita entró en la leyenda y se convirtió en la heroína de la ciudad por haber luchado contra el almirante y ex-corsario Sir Francis Drake, que asedió la ciudad como respuesta a la Armada Invencible.

Durante la invasión napoleónica la relación de la ciudad con los ingleses cambió completamente, convirtiéndose en sus aliados contra la ocupación francesa, llegando a librar varios enfrentamientos conjuntos de los que el más célebre fue la batalla de Elviña, que se produjo el 16 de enero de 1809 entre franceses e ingleses apoyados por la ciudad. Fue durante la batalla de Elviña cuando Sir John Moore, quien comandaba las fuerzas británicas en la Península Ibérica, fue herido de mortalmente y enterrado en la ciudad, donde todavía puede visitarse su tumba en los citados Jardines de San Carlos.

La ciudad de A Coruña conserva su papel de puerto de llegada de naves de peregrinos, al que se ha sumado con fuerza como de punto de inicio de la ruta terrestre del Camino Inglés. La ciudad dista tan sólo 73 kilómetros de Santiago, pero desde hace algunos años es posible obtener la Compostela partiendo de A Coruña, realizando un pequeño recorrido por la propia ciudad, un recorrido que permitirá al peregrino sumergirse en la historia y tradición jacobea de la ciudad.

Para ello el peregrino debe partir de la Iglesia de Santiago, principal hito jacobeo de la ciudad en el que recibirá la acreditación necesaria. Se trata de un buen ejemplo de arquitectura de transición entre el románico y el gótico, en el que destaca el relieve de Santiago matamoros que ocupa el tímpano de la portada. El Camino continúa a través de Riego del Agua y Calle Real, avanzando después por la zona portuaria a lo largo de la Avenida de la Marina, Cantones y Jardines de Méndez Núñez  y diversas calles de la ciudad más moderna en dirección a la iglesia románica de Santiago de O Burgo, ya en el ayuntamiento de Culleredo.