El Colexio de San Xerome -Colegio de San Jerónimo en castellano- es uno de los cuatro edificios que flanquean la célebre plaza del Obradoiro, ocupando su lateral meridional. Actualmente es sede del rectorado de la Universidad de Santiago, pero su origen está en una antigua fundación ligada al mecenazgo del arzobispo de Compostela Alfonso III de Fonseca que se alzaba en la rúa de la Acibechería.

La institución original nació en torno a 1521, se trataba de una residencia para estudiantes, preceptores y lectores pobres de la ciudad de Santiago. Su fundación fue posible por la disponibilidad del edificio y rentas del viejo hospital de peregrinos de la ciudad, el hospital de Santiago el Mayor, situado en la Acibechería que perdió su función tras la fundación y dotación del nuevo Hospital Real por los Reyes Católicos.

El Colegio nació así en Acibechería, contando con las viejas rentas y bienes del viejo hospital y adoptando, al inicio, el nombre o titularidad de Santiago el Mayor, si bien ya en 1555 la cambió por la de San Xerome. Finalmente, a mediados del siglo XVII, la vieja arquitectura fue demolida y el Colegio se trasladó a su ubicación actual, en la que conserva todavía algunos elementos arquitectónicos y escultóricos traídos del viejo edificio de Acibechería: dos escudos de Alonso II de Fonseca que se conservan en dos de sus fachadas; y el magnífico pórtico esculpido que se dispone en la fachada este o del Obradoiro.

La portada esculpida fue probablemente concebido tras la fundación del Colegio a comienzos del siglo XVI, si bien está todavía muy ligado estilística y estructuralmente al gótico, habiéndose resaltado incluso su vinculación formal con el Pórtico de la Gloria. Su conjunto escultórico se distribuye entre las jambas, el tímpano y el arco abocinado que lo enmarca.

En las jambas se disponen seis esculturas de apóstoles y santos fundadores de las Órdenes mendicantes: Santiago el Mayor, su hermano san Juan Evangelista y san Francisco de Asís en la jamba derecha, y san Pedro, san Pablo y santo Domingo de Guzmán en la izquierda. En el tímpano encontramos las figuras de la Virgen con el Niño y, a sus lados, santa Catalina y el Arcángel San Miguel, santos protectores contra la muerte y de los moribundos, advocaciones ligadas al origen hospitalario de la institución.

Sobre el arco abocinado se disponen once figuras, con particular importancia de las figuras femeninas, destacando en el centro la Virgen María –en realidad una Santa Ana triple, en tanto que representa a Santa Ana, la Virgen y el niño- y a sus lados María Cleofás y María Salomé, figuras muy poco presentes en la iconografía religiosa pero sí en la ciudad de Santiago como madres respectivamente de Santiago el Menor y Santiago el Mayor. El resto de las esculturas representan a santas y santos padres de la Iglesia, figuras ligadas al saber y la escritura, así como a la Magdalena, sin duda un guiño al viejo hospital de peregrinos, pues el culto a la Magdalena particularmente vinculado a los hospitalidad en el Camino de Santiago.

Como hemos apuntado, en las fachadas del edificio se conservan dos blasones del fundador de la institución, el arzobispo Alonso II: uno en la citada fachada del Obradoiro y otro coronando el gran balcón de la fachada que se abre hacia la rúa del Franco. En el interior del edificio destaca el patio de estilo clasicista, actualmente acristalado.